Para que toda boca se cierre (Ro. 3:8-20).

Para que toda boca se cierre (Ro. 3:8-20).

Después de explicar cuales son las ventajas de ser judío, ahora Pablo, llegado este punto en el cual ha explicado que ser judío o gentil nos pone en la misma posición ante Dios de pecadores y Pablo lo expresa con otra pregunta.

¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? (v. 9): Ahora Pablo se incluye en el grupo de los judíos para dejar claro que por el hecho de ser judío no es mejor que los gentiles. Lo hace de una manera enfática “En ninguna manera” y se remite a las acusaciones que ya había hecho en los capítulos anteriores.

Para demostrar que todos los seres humanos somos culpables lo que va a hacer ahora Pablo es usar textos del AT para resaltar esta igualdad negativa de todos ante el pecado. Todos somos pecadores.

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En resumen lo que quiere decir Pablo a través de estos textos es que no hay ningún ser humano (v. 10-11) que cumpla los requisitos de Dios para ser considerado justo, sin pecado. El pecado que entró en la humanidad todos lo seres humanos tenemos tendencia a pecar (v. 12) esto ya lo dijo Dios en la época de Noé Gn. 6:5 Todo el designio de los pensamientos del hombre es continuamente el mal” Todo el tiempo el ser humano busca el pecado.

Pablo continúa describiendo como es este pecado, como se manifiesta en la vida de los seres humanos (v. 13-17):

  • Sus palabras ( 13-14).
  • Sus intenciones ( 15).
  • Los frutos de sus vidas ( 16).
  • No conocen a Dios ( 17).
  • No tienen temor de Dios ( 18).

Ahora surge una pregunta retórica que no es expresada pero si resuelta:

Si lo judíos están en la misma clasificación de pecadores que lo están lo gentiles ¿Para que sirve la ley? Los receptores podían entender erróneamente que la ley no servía para nada ya que no les proporcionaba ninguna ventaja. La verdad es que la mala interpretación de para que servían las escrituras llevó a los judíos a pensar que conocer y practicar la ley les llevaría a ser santos y por consecuencia a ser justos delante de Dios.

Pablo les va a mostrar cual era la naturaleza de la ley realmente. “Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.” (v. 19-20) para empezar el tener la ley nos hacía culpables de su incumplimiento, porque el hecho de conocerla añadía más inexcusabilidad a nuestra culpa.

Pablo es claro ante la justificación por obras, ningún ser humano podrá lograr ser justificado (declarado justo) por medio de las obras de la ley. Porque la ley la función que cumple es informarnos de aquello que Dios considera correcto e incorrecto. La ley supone un estándar de comportamiento con el cual todo el ser humano debería comparar su vida. Incumplir esa ley nos descalifica y nos pone la etiqueta de “pecadores” y en consecuencia condenados a ser castigados.

 

 

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¿Qué ventaja tiene ser judío? (Ro. 3:1-7)

¿Qué ventaja tiene ser judío? (Ro. 3:1-7)

Pablo usa el primer versículo de este tercer capítulo para unir el tema anterior, el hecho de que ser judío no aporta ninguna ventaja a la hora de la salvación con el tema que va a tratar en este tercer capítulo, la unidad de toda la humanidad en que estamos apartados de Dios por el pecado. El tema se resume en v. 9¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.”

El final del segundo capítulo había sido dirigido al auditorio judío dentro de la congregación de romana el cual se creía superior a la parte gentil de la iglesia de Roma. Pablo ha dirigido palabras duras contra esta actitud que estaban teniendo y quiere dejarles claro que no es un tema personal que tenga en contra de ellos ni que ser judío es algo malo, sino que no ofrece ninguna ventaja a la hora de la salvación ya que todos son pecadores.

Para ello Pablo empieza con unas preguntas retóricas, que podrían ser preguntas naturales que los judíos de la congregación se hicieran. Esto es algo que Pablo hace mucho, es una forma de enseñanza, usar preguntas retóricas que supuestamente la audiencia se hará cuando escuche esta carta, es una manera de anticiparse a estas dudas y resolverlas (2:3-4; 3:1-2; 3:5; 3:9). Este capítulo 3 es especialmente rico en preguntas y respuestas.

¿Qué ventaja tiene pues ser judío? (v.1): La primera pregunta es que les aprovecha a los judíos realmente ser judíos, ofrece alguna ventaja. Pablo explica una “les ha sido confiada la palabra de Dios”. El vocablo griego para palabra es logion que viene de logos. Esto se refiere a palabras o dichos de carácter sobrenatural. Aquí Pablo usa la palabra para abarcar todo el AT, en el cual los judíos recibieron las propias palabras de único Dios verdadero (Dt. 4:1-2; 6:1-26:1-2; Mr. 12:24) Los judíos tuvieron la gran ventaja de contar con el AT porque contenía la verdad acerca de la salvación (2 Ti. 3:15) y del evangelio en su forma básica (Gá. 3:8).shaunae-miller-se-tira-en-plancha-para-conseguir-un-oro-olimpico

Este privilegio lo tiene también la iglesia cristiana en el nuevo pacto. La tarea de conservar (evitar las falsas enseñanzas), enseñar (dar a conocer la revelación de Dios) y predicar el evangelio (llamar al arrepentimiento). Es siempre tarea del pueblo de Dios gestionar las palabras de Dios no como si fuesen del pueblo sino como lo que son palabras mismas de Dios.

Pero una vez explicado esto y viendo la realidad del pueblo judío Pablo sabe que entre los gentiles van a surgir otras preguntas:

¿Qué pasa en el caso de los judíos incrédulos? (v. 3): Es lógico pensar que cuando predicamos algo y nuestro testimonio personal no acompaña a lo que predicamos nos descalifique y también tenga un peso perjudicial en aquello que predicamos, entonces, ¿qué pasa con testimonios como los de Anás o Caifás? ¿acaso no invalidan el mensaje que predicaban? Pues Pablo dice que no, la infidelidad de los hombres no anula la fidelidad de Dios. Jesus les dijo a sus discípulos Mt. 23:2-3 “En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.” deben guardar todo aquello que estos judíos les enseñaban, porque era palabra de Dios, aunque sus actos no eran los correctos. La palabra de Dios es santa por muy pecador que sea su pueblo.

Llegado este punto Pablo sabe que se puede producir una confusión, si hacer normas, cumplir leyes no sirve para ser salvo como decían los judaizantes estaban en peligro de caer en otra herejía que era pensar que como la salvación es por gracia y cuando el pecado es cubierto y perdonado la gracia de Dios abunda, había individuos que animaban a otros a pecar con el objetivo de dar gloria a Dios, porque no había nada que nosotros podamos hacer para ser salvos, solo la gracia de Dios, entonces cuando más pecado tenga en mi vida y Dios me perdone mayores serán los méritos de Cristo por cargar con mi pecado y mayor la gloria de Dios por ser el iniciador de la salvación. Así que Pablo quiere cortar con estas dos herejías entonces usa las preguntas retóricas para atacarlas.

¿Dios es injusto al castigarnos por el pecado? (v. 5): El pecado siempre se paga es una verdad absoluta, si tenemos pecado que es injusticia la justicia de Dios sobresale y queda al descubierto al castigar nuestro pecado.

¿Por qué soy juzgado como pecador si gracias a mi pecado sobre abunda la gracia de Dios? (v. 7) Porque el castigo es la consecuencia de la desobediencia a un Dios justo y santo que no deja el pecado sin castigo. Esa actitud de Dios le da gloria a Él porque conserva su santidad, Dios defiende su santidad. Es una gloria que Dios se da a sí mismo, pero cuando yo peco no doy gloria a Dios sino todo lo contrario ofendo a Dios, me hago enemigo y merecedor de castigo por ello, la manera que tengo de dar gloria a Dios en mediante la obediencia. Dios siempre va a recibir gloria, eso no depende de mí, lo que depende de mí es que papel voy a cumplir en la gloria de Dios como agente activo que da gloria o pasivo que recibe castigo para que Dios reciba la gloria de su propia justicia.

La verdadera circuncisión (Ro. 2:17-29).

La verdadera circuncisión (Ro. 2:17-29).

              En el anterior artículo dejamos a Pablo desarmando los argumentos de aquellos que se creen que por no tener la ley de Moisés están fuera del juicio de Dios. Ahora le llega el turno a aquellos que sí tienen la ley de Moisés, los cuales tiene su seguridad basada en estar circuncidados como Dios se lo había ordenado a Abraham.

              A partir del versículo 17 se produce un cambio de auditorio, Pablo, que estaba hablando a “aquellos que juzgaban a los demás” (2:12:1), cristianos que se creían más maduros y esto les llevaba a creerse libres del juicio de Dios. Ahora Pablo va a dirigirse directamente a los judíos, “Tú que tienes el sobrenombre de judío” (v. 17)

 

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Los judíos erraban por creer que estar circuncidados les daba acceso directo al pueblo de Dios y todas sus bendiciones.

En este párrafo se dirige directamente a los judíos los cuales ser creían que por pertenecer a la familia de Abraham y estar circuncidados ya tenían la salvación y en algunos lugares del imperio se enseñaba que pasa ser salvos, que para pertenecer al nuevo pacto había que volver a circuncidarse. Pablo va a emplear estos versículos v. 17-24 para introducir el tema que va a ampliar y centrar el final del segundo capítulo. El tema es que la única circuncisión que sirve es la del corazón y esta circuncisión sólo la tienen aquellos que guardan los ordenamientos de la ley.

Realmente Ro. 2:17-24 tiene la idea de eliminar las excusas a los judíos por si
quedara alguna duda de 2:1, ellos también son inexcusables antes Dios. Para ello Pablo va a comparar aquello que profesan y compararlo con lo que hacen.

PROFESAN

OBRAN

Te apoyas en la ley (v. 17) No te enseñas a ti mismo (v. 21)
Te glorías en Dios (v. 17) ¿Hurtas? (v. 21)
Conoces su voluntad (v. 18) ¿Adulteras? (v. 22)
Apruebas lo mejor (v. 18) ¿Cometes sacrilegio? (v. 22)
Confías en que eres guía de ciegos

(v. 19)

¿Con infracción de la ley deshonras a Dios? (v. 23)
Confías en que eres luz de los que están en tinieblas (v. 19)  
Confías en que eres instructor de los indoctos (v. 20)  
Confías en que eres maestro de los niños (v. 20)  
Confías en que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad. (v. 20)  

A través de esta comparativa Pablo intenta sacar a la luz los pecados naturales de cualquier ser humano, los cuales lo judíos también tenían. Como el boxeador intenta mediante unos certeros golpes bajar los puños de su rival para que la cara le quede libre para dar el golpe final, Pablo ha bajado las defensas de estos judíos para ahora usar los versículos 25-29 para dar un golpe a un tema fundamental en la vida del pueblo judío, la circuncisión.

            ¿Qué significa estar circuncidado?

La circuncisión es la señal del pacto Abrahámico (Gn. 17) y todos los que se circuncidan daban señal de que pertenecían a la descendencia física y étnica de Abraham y por lo tanto también de su promesa y pacto. Era un símbolo de que el pecado debía ser cortado y echado, la circuncisión simboliza la necesidad de una profunda purificación para contrarrestar los efectos de la corrupción.

Pero en los tiempos de Jesús la circuncisión no era simbolismo de algo interno de vidas santas que buscaban alejarse del pecado sino que simbolizaba la pertenencia al pueblo judío, por consiguiente al pueblo de Dios y la entrada automática a todas las bendiciones que Dios había prometido.

Los judíos veían en su circuncisión la marca de la promesa, la cual les garantizaba formar parte del pueblo de Dios, de hecho era la marca que Dios le había dado a Abraham y a toda su descendencia “Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.” Gn. 17:10 la circuncisión no es nada en sí mismo, sino que es un recordatorio físico de un pacto con Abraham Gn. 17:1-8 de la misma forma que el arcoiris lo es de Gn. 9:13 lo es del pacto entre Dios y Noé. Pero los pactos son condicionales, tienen cláusulas que cumplir en el caso de Abraham y su descendencia su parte del pacto era Gn. 17:9En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.” la parte de Abraham y de su descendencia es que deberían obedecer a Dios el cual sería su Dios. La circuncisión vale de algo cuando el pacto está vigente, cuando no se incumple, Dios nunca lo incumple, pero el ser humano sí. Por eso Pablo les dice en Ro. 2:25si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión.” aunque estés circuncidado si tu no obedeces a Dios no vale de nada, no se está cumpliendo el pacto porque tú estás desobedeciendo y Dios te juzgará y serás inexcusable delante de él.

Un claro ejemplo lo tenemos en Js. 24 donde al final de la vida de Josué éste hace un pacto entre Dios y el pueblo donde ambas partes se comprometen, unos a obedecer a Dios y serle fiel, a no contaminarse y Dios a cuidar al pueblo y darle Canaán pero el pueblo se aleja de Dios y éste les castiga, los juzga y son inexcusables.

Pablo quiere terminar este segundo capítulo con una idea central en los versículos v. 28-29 donde explica que la pertenencia al pueblo de Dios, a la familia de Abraham, no la marca un corte en cierta parte del cuerpo sino una vida de obediencia a la ley de Dios. Todo los que obedecen a la ley de Dios, la palabra de Dios, son circuncisos de corazón. Esta es la verdadera circuncisión.

Esto le sirve a Pablo para enfatizar que tienen que aceptar a sus hermanos gentiles porque aunque no están circuncidados externamente si obedecen la Palabra de Dios como ellos también son circuncisos de corazón.