El joven comprometido con la iglesia es el segundo estudio de la serie «Jóvenes comprometidos» que fue expuesto en la iglesia de Ares entre el 9 y 11 de mayo de 2014.
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Útil.
Hc. 13:36 “Ciertamente David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió, fue sepultado con sus antepasados, y su cuerpo sufrió la corrupción.”
Útil es una de las palabras más buscadas en nuestra vida. La queremos hacer nuestra y buscamos que se nos identifique con su significado. Todo el mundo busca ser útil en el trabajo, en una afición o en un hobby. También buscamos de rodearnos de cosas que son útiles en nuestra vida. Un coche que nos sea útil una casa o incluso un ordenador.
Aquí el autor nos describe a David como útil, no usa exactamente esa palabra pero si nos dice que había servido a su propia generación según la voluntad de Dios, que es otra forma de decir que fue útil.
David era una persona que destacó en múltiples tareas, era un músico genial, tanto que de todo el reino se fijaron en él para calmar los ataques de Saúl. Era un compositor brillante, tanto que hasta en la época de Jesús la mayoría de canciones que se cantaban eran suyas. Además sus salmos han servido de inspiración a múltiples músicos actuales y han bendecido la vida de muchas personas a lo largo de la historia. Raro es el domingo
que no se cita un salmo en la Iglesia. Probablemente el texto más conocido de la Biblia sea su salmo 23. David fue útil y de bendición a miles de millones de personas a lo largo de la historia. Pero el autor de Hechos recalca que David “sirvió a su propia generación”. David ayudó a mucha gente en muchas partes del mundo y de la historia pero el texto destaca que ayudó a los de su generación, a los cercanos.
La idea que nos transmite este texto es la necesidad de ser útiles en nuestra propia generación. Que en nosotros haya ese sentir de ser herramientas en manos de Dios que ayuden en las vidas de otras personas. Nosotros estamos en un contexto y una situación determinada y nuestro llamado es a ser seamos útiles aquí y ahora. Pero ¿cómo somos útiles?
1 Sam. 22:1-2 “Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.”
David fue útil a su generación ayudando a las personas afligidas y marginadas. Para ello no pagó sus deudas, ni hizo una guerra contra los que le perseguían sino que les dio una familia, les dio un sentido o un propósito por el que vivir. Restauró la vida de personas que la tenían rota.
2 Sam. 6:14 “Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino.”
David fue útil a su generación porque fue un pastor que guió a la gente a alabar a Dios. Cuando pensamos en esta historia nos viene a la mente un David eufórico fuera de sí, casi desnudo bailando delante del arca. Pero la realidad es que David tiene puesto el efod de lino que es una vestidura que los sacerdotes se ponían cuando intercedían por el pueblo. David deja de lado su papel de líder político y se pone el de religioso para guiar al pueblo hacia Dios trayendo al arca a donde debe estar, en Jerusalén.
De la misma forma que David hacía estas cosas nosotros debemos tener esa mentalidad de pensar cosas buenas para nuestra generación. Pero nosotros no somos especiales, no somos mejores que cualquiera que pasa por la calle. Ni si quiera David lo era. David era útil porque dejaba que Dios fuera útil en su vida. “… conforme al propósito de Dios”. Cuando David no andaba en los caminos de Dios, lo que hacía era acostarse con las mujeres de sus vecinos, dejarlas embarazadas y matar a sus maridos para taparsu pecado. Pero cuando se dejaba guiar por Dios era una persona que bendecía a aquellos que lo rodeaban.
«Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.» Sal. 51:1-2
«Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.» Sal. 51:13
Sólo cuando Dios es útil en la vida de David, David puede ser útil en la vida de su generación. Este es el salmo que David escribió cuando se arrepintió de su pecado con Betsabé. En los dos primeros versículos pide perdón por su pecado y pide restauración para que Dios le devuelva lo que el pecado le ha quitado. Y sólo cuando Dios lo ha restaurado David puede llegar al versículo 13 y decir “los pecadores se convertirán a ti”.
Sólo cuando Dios es útil en nuestra vida, podemos ser útiles en la vidas de los demás. Sólo cuando Dios nos restaura, podemos restaurar. Sólo cuando Dios nos guía,podemos guiar. Sólo cuando Dios nos consuela podemos consolar.
Por eso es importante que nos dejemos moldear por Dios. Que estudiemos su palabra que hablemos con él todos los días. Que las decisiones las tomemos después de consultarle a él. En resumen que dejemos que Dios sea útil en nuestra vida, para que seamos útiles en las de otros.
Fe.
En Gál. 3:6-7 Pablo usa dos elementos que a los creyentes de la época le resultan casi opuestos. Los fariseos y su énfasis en las obras de la ley hicieron parecer que todo lo que sonaba a antiguo pacto, sonaba a justificación por obras. Pero si vemos a fondo la historia de Abraham, realmente la conclusión que sacamos es la de un hombre de fe.
“Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición” Gn. 12:1-2.
Desde casi su primera aparición en Génesis Abraham aparece ligado a la promesa de que Dios creará a través de su linaje una nación, con ciertas características, será una nación grande y además traerá bendición al resto de familias de la tierra “… y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” Gn. 12:3. Pero faltaba una cosa, no puede haber una gran nación entre los descendientes de una persona, si esta persona no tiene descendientes, al menos uno. Abraham no tenía hijos. Esto era una piedra en su camino, piedra que le llevó a tropezar y buscar atajos en el plan de Dios, el atajo, en este caso no lo buscó él sino su mujer Sara. El atajo fue tener un hijo con una esclava, pero no era el plan de Dios, sino nos dice la Biblia “cuando Dios había dicho” o sea en el tiempo de Dios, no en el de Abraham y Sara, nació Isaac.
Isaac era el hijo de la promesa, el deseado, el que cumplía a la perfección con la promesa de Dios. Esa promesa que le había llevado a dejar su tierra natal para ir a heredar una tierra, esa promesa que ya parecía que no iba a llegar. Isaac daba sentido a la vida de Abraham, todos los hijos dan sentido a la vida de los padres y mucho más un primogénito en la época de Abraham, pero Isaac daba sentido a todo lo que había pasado, todo lo que había dejado atrás. Esto es necesario entenderlo cuando nos asomamos al episodio donde Dios pide a Abraham que le entregue a su único hijo (Gn. 22:1-14).
Génesis 22 nos dice que Dios decidió probar a Abraham, decidió poner su confianza a prueba, decidió probar su fe. Probar algo, en el sentido en que Dios nos prueba en nuestra vida es la idea de partir algo a la mitad para ver de que está echo, ver cual es su interior no sólo la capa superficial sino de que está compuesto. Como hemos leído Abraham supero la prueba y su fe fue pública. Porque esa fe no era superficial sino que empapaba toda su vida. Por eso vamos a ver algunos de los frutos de la fe en la vida de Abraham que se nos muestran en este episodio.
- El fruto de la fe es la confianza plena (22:1).
Unos capítulos atrás, antes del nacimiento de Isaac, Dios le dice a Abraham que hará del él una nación grande. Ante esta afirmación Abraham le dice 15:2 “Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?”. Abraham está impaciente porque los años pasan y el hijo de la promesa no da llegado, e incluso llega a decir ¿qué me darás?, que parece una frase un poco fuerte para decirle a Dios directamente, vemos a un Abraham con dudas, que no está convencido del todo. Pero el Abraham al cual se le pide que entregue a su único hijo, no duda, no replica, no le echa nada en cara a Dios, sino que se levanta muy de mañana para cumplir el mandato de Dios. La diferencia entre aquel Abraham que no tiene muy claro el como y este que confía está en 15:6 “Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.” La fe. Abraham cree una verdad únicamente porque Dios lo dice. Y es esta fe, que antes no tenía y que ahora tiene, la que le da la confianza para hacer lo que Dios le pide, aunque sea algo tan doloroso como entregar al hijo que tanto ama. Porque Abraham tiene fe para saber que Dios cumplirá su promesa, a pesar de que la realidad no esté ocurriendo como el piense que tiene que ocurrir porque la fe descansa en la promesa.
El fruto de la fe es la responsabilidad (22:3).
Génesis nos dice que Abraham se levantó muy de mañana y preparo las cosas para el viaje a Moriah. Dado que era algo doloroso para él, podía dejar que sus siervos lo hicieran. Pero decide hacer él todos los preparativos. Decide ser él quien sacrifique a Isaac, no evade su responsabilidad sino que la asume. Lo asume porque tiene la confianza de que es lo mejor para cumplir el plan de Dios. No puede saber como ni en que sentido, pero confía en los planes de Dios.
“Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo:Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí.Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.” Jo. 1:1-3. Sabemos la historia de Jonás, que huye de la presencia de Dios porque no quiere que Ninive se arrepienta, pues era la capital del imperio asirio. El cual era conocido por su crueldad en batalla. Asiria fue el imperio que continuamente avasalló a Israel, el reino del norte y acabó llevándoselo cautivo. Jonás odia a Asiria, por todo el mal y dolor que provocaron a su pueblo. Dios mismo le dice que es una nación que merece castigo y que será destruida si no cambia. Por eso no quiere predicar, para que no cambie y no se arrepienta y Dios no les perdone sino que les castigue.
Jonás no es responsable de hacer lo que Dios le manda, porque no le gusta, no quiere se rebela. En el polo opuesto está Abraham. Abraham tendría tantas ganas de sacrificar a su hijo como Jonás de que Nínive se salvara. Pero su confianza en Dios hace que sepa que lo mejor es obedecer. En cambio Jonás cree que lo mejor es huir y que la salvación no llegue a esa ciudad.
A pesar de que nuestro corazón diga lo contrario, obedecer la palabra de Dios siempre es la mejor opción. Sea lo menos conveniente para lo que nosotros pensamos, sea lo menos popular, o lo que menos queremos, pero es nuestra responsabilidad.
- El fruto de la fe es el amor a Dios. (22:5-8)
Abraham podría cumplir el mandato de Dios sólo por obligación. Pero no lo hace así sino que a sus siervos les dice “iremos allí y adoraremos” no sólo ofrecer un sacrificio sino adorar, cuando su hijo le pregunta él responde “Dios se proveerá de cordero”. La fe en Dios hace que Abraham no vea a Dios como culpable de lo que va a suceder, o de lo que él piensa que va a suceder sino como merecedor de lo mejor de la vida de Abraham, su único hijo.
Ex. 14:11 “Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?” El pueblo de Israel que salió de Egipto era un pueblo que no tenía fe ni en Dios ni en Moisés, por eso ante la primera prueba que se encuentran, en este caso estar atrapados entre el mar rojo y el ejercito egipcio su reacción es acusar a Moisés directamente y a Dios indirectamente de la tragedia que ellos piensan que va a haber. Hacen culpables a quienes los liberan porque su confianza en la promesa de que Dios les va a llevar a Canaan es nula.
La fe nos ayuda a amar a Dios porque descansamos en él. Abraham descansaba en Dios cuando subía con su hijo hacia el sacrificio. Descansaba en que ese Dios que le prometió un día que iba a ser padre de una nación grande iba a cumplir su palabra con Isaac vivo o muerto, eso se sintetizaba en amor hacia ese Dios. Mientras que el pueblo que salió de Egipto no descansaba en Dios y menos en Moisés, y ante la prueba cae en la tentación y acusan a Dios, demostrando falta de amor.
Dos veces Dios llama a Abraham y este responde con un heme aquí, la frase de los que esperan en Dios. Isaías responde con un Heme aquí ante el “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? ” Is. 6:8. Jacob también responde Heme aquí cuando Dios le habla en Gn. 31:11. Porque cuando cumplimos la voluntad de Dios no tenemos nada de que avergonzarnos, no tememos a la voz de Dios porque sabemos que estamos haciendo lo correcto, no tenemos miedo al castigo o a la ira de Dios contra el pecado. En las dos ocasiones en que Abraham pronuncia estas palabras, en el inicio de la historia y en el fina, no tiene nada de que avergonzarse ante Dios porque está cumpliendo su palabra. La fe nos ayuda a no avergonzarnos porque con ella no fallamos ante Dios.
En el caso contrario a esta fe que hace que no nos tengamos que avergonzar ante Dios están Adán y Eva. “Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?” Gn. 3:8-9. Adán y Eva no confiaron en las palabras de Dios, en la advertencia de Dios, si comían del árbol prohibido morirían, no tuvieron fe en la promesa de Dios. Ante esta falta de fe, cuando Dios llama, cuando Dios viene ellos se esconden. ¿Porqué se esconden? porque se avergüenzan de su pecado.
Cuando falla nuestra fe nuestro pecado queda al descubierto y esto nos avergüenza delante de Dios.
Que, como dice el apóstol Pablo, siendo hijos de Abraham por la fe, sepamos tener la fe de Abraham. Una fe que descansa en las promesas de Dios, hasta el punto de darlo todo si Él nos lo pide, sabiendo que las promesas de Dios siempre se cumple. Un fe que se muestra en la prueba y que produce frutos.
¿Quién tiene razón? Introducción.
¡Aquellos que desean vivir en paz son capaces de mostrar gracia otros sin esperar nada a cambio! El aliciente continuo de estas personas es la bondad y el poder de Jesucristo. A lo que añaden Su amor, misericordia, perdón, fortaleza y sabiduría. Dios no sólo se deleita en mostrar Su gracia través de estas personas que anhelan y buscan la paz, sino que también usa a las personas que con paz disipan la ira, crecen en sabiduría, promueven la justicia, y favorecen el arrepentimiento y reconciliación.
Cada vez que los cristianos aprovecha la oportunidad de buscar la paz por medio del conflicto, están fortaleciendo sus relaciones, además de preservar valiosos recursos, y testificar con sus propias vidas del amor y poder de Jesucristo.
La meta de este estudio es proveernos de un método sencillo pero extenso que nos ayude a resolver conflictos. Es un método eficaz ya que se basa exclusivamente en la Palabra de Dios. Este método facilita no sólo resolver diferencias de carácter cotidiano, sino que también puede resolver otros conflictos abrumadores.
La siguiente conferencia fue dada entre el 1-3 de Febrero de 2013 en Toral de los Guzmanez, en el ámbito de las conferencias bíblicas Berea. El conferenciante es Michael Mahoney.
Luz.
Existen cosas que a los seres humanos nos resultan imprescindibles para nuestra vida y una de ellas es la luz. La luz nos da seguridad, muchos niños no son capaces de dormir si no tienen una luz que les de esa tranquilidad de que están seguros y nada malo va a ocurrir. Nos ayuda a evitar los peligros por eso ponemos faros o señales luminosas en las rocas más superficiales para evitar que los barcos sufran daños. La luz también nos da energía mediante la energía solar o calor, e incluso nos sube el ánimo. Está demostrado que en los países donde hay más horas de sol (luz) la gente tiende menos a caer en la depresión.
La luz en una fuente indispensable para el ser humano de hoy en día y por eso no es extraño que Dios llame a su iglesia, a su pueblo a ser luz. Jesús mismo resaltó la necesidad de que quien lo siga no debería ser como el resto de la sociedad sino que estaba llamado a ser luz Mt. 5:15
«Haced todo sin murmuraciones y contiendas para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. » Filp. 2:14-16
Filipenses es una carta muy íntima de Pablo que se escribe en un contexto de sufrimiento por ambas partes. Por un lado Pablo estaba preso en Roma. Por otro lado Filipos, la ciudad donde se encontraba esta iglesia era un protectorado romano que contaba con el favor del Emperador. Esta era un figura que en el contexto grecoromano merecía adoración cual Dios, Filipo al ser una ciudad que cuenta con un trato especial por parte del emperador era también la primera en enfatizar esta adoración hacia el emperador, al cual llamaban Kyrios y Soter (señor y salvador), los cristianos se oponían a cualquier tipo de adoración que no fuera enfocada a Dios y por eso recibían presiones de las autoridades y de la sociedad en general. Además dentro de la iglesia se estaba dando distintas tensiones, sobre todo entre Evodia y Síntique.
Ante este panorama de sufrimiento que se están padeciendo ambas partes Pablo escribe estas palabras para que la iglesia no pierda el punto de referencia que no son ni las luchas externas ni las luchas internas sino mantenerse firme en el evangelio y ser luz en la sociedad que nos rodea. Va a dar una serie de pautas que la iglesia tiene que seguir y que los cristianos de hoy en día debemos seguir para ser luz en donde estamos. Aunque el resultado sea ser apresado y perseguido como Pablo.
Tal es el punto de esta diferencia de color entre la santidad que debería tener el cristiano y la suciedad del pecado del mundo que este primero debe resplandecer como luminares. De la misma forma que un foco en un escenario totalmente a oscuras dejando ver la figura de quién alumbra, es la vida de un hijo de Dios, debe alumbrar a su padre.
Las vidas de las personas pueden iluminar muchas cosas, viendo como habla, actúa, se expresa piensa una persona podemos ver vidas que iluminan una infancia difícil, unos padres ausentes, una juventud rebelde, otros iluminarán una buena educación, unos buenos valores inculcados en el hogar. De esta misma forma una vida cristiana debe iluminar a Dios. Y esta es la idea central, todo gira en torno a esto. La vida de los cristianos y de la iglesia debe reflejar a Cristo.
Pablo sigue explicándonos como, en el versículo 16, diciéndonos que hay que asirse de la Palabra de Vida. Esta Palabra de vida se refiere a la Palabra de Dios. No hay más, son las únicas palabras que pueden hacer que nuestra vida resplandezca: porque por muy enterrados que estemos en el pecado la Palabra de Dios es la única que poder para salvar “Así que la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios” Ro. 10:17 de la misma forma aunque ya seamos discípulos de Cristo pero nos hayamos apartado es la única que tiene poder para restaurarnos. Esta palabra nos guía “lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” Sal. 119:105. Nos alimenta, nos ayuda a crecer “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,si es que habéis gustado la benignidad del Señor.” 1 Pd. 2:2 y nos santifica Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” Jn. 17:17. Somos es pueblo de Dios y debemos desear su Palabra, sus mandamientos, sus promesas, ellas nos guían y nos ayudan a ser luz.
Que la palabra de Dios sea nuestra guía en todo momento porque sólo si seguimos estas palabras del apóstol Pablo podremos sea luminarias, auténticos faros en una sociedad terriblemente pecadora como la que vivimos.
A la sombra de la cruz.
Una de las búsquedas más comunes en la vida de las personas es la búsqueda de significado de la propia vida, responder a una pregunta de tan sólo 3 palabras ¿Para qué vivimos? se ha convertido en una obsesión para una número no pequeño de personas. Los cristianos podemos caer en el mismo tipo de preguntas pero a diferencia del resto de los humanos tenemos un libro que nos puede dar respuesta a preguntas como ¿Para qué vivimos la vida cristiana?. La vida cristiana es algo que se vive a la sombra de la cruz de Cristo
Este texto de Hebreo empieza con una locución adverbial, “así que”, lo que nos da a entender que este texto es consecuencia, o es resultado de otro anterior. Esto es así porque viene precedido de unos versículos donde el autor explica la figura de Cristo en relación con su sacrificio y como ese sacrificio nos hace libres del pecado. Una vez que sabemos esto pasamos a la idea que aquí se nos plantea, a que uso vamos a hacer de esta libertad que tenemos.
El autor empieza planteando un contexto directo de características de esta vida. Como si estuviera pintando un cuadro y primero nos dibujase la situación de donde se encuentran estas características. Y la primera de estas características es la libertad. La palabra libertad que usamos aquí en el original también significa denuedo o confianza, por lo cual nos trae la idea no solo de que tenemos la opción sino la exhortación a que lo hagamos de una manera exhaustiva, viva y con intención verdadera, sin esperar nada. La segunda característica es donde, al Lugar Santísimo. El lugar santísimo era el lugar únicamente reservado para que el Sumo Sacerdote entrara una vez al año para interceder por el pueblo, y tal era el peligro que iba atado con una cuerda por si moría poder ser quitado allí tirando de él, porque era la misma presencia de Dios. Era un lugar exclusivista, solo personas seleccionadas podían entrar en un tiempo y forma seleccionadas por Dios mismo. A nosotros puede que el echo de que se cite el lugar santísimo nos nos llame tanto la atención, pero para los hebreos, a los que van dirigida esta carta, era casi blasfemo decir que cualquiera tenía vía libre a él. La tercera característica es el cómo, haciendo referencia a la muerte de Cristo y que ha sido esta quien ha roto esa separación entre el lugar santísimo y los hijos de Dios, abriendo un camino, y aquí se usa esta palabra porque a los primeros cristianos en Jerusalén se les conocía como los del camino. Este camino, que nos dice a través del velo es una clara referencia a cuando en los evangelios, se nos narra que durante la crucifixión, el velo del templo se rasgó, mostrando el lugar santísimo por último este contexto nos muestra el quién, el gran sacerdote, Cristo.
Así que este contexto nos muestra un estado, el de libertad, un lugar el lugar santísimo, como hemos llegado a esta situación y por último el quién.
¿Pero para que nos dice esto?, ¿para que recordarlo?, pues ahora el autor empieza una exhortación que va dirigida a los hebreos que se habían convertido al cristianismo, pero que debido a que estaba empezando la persecución en Jerusalén en contra de los cristianos, estaban volviendo a los ritos del la Ley, para que no se les persiguiese. Esto es importante, entender que había detrás un abandono de la fe. Hoy en día no hay persecución y los motivos por los que la gente dejan de lado una relación directa y viva con Dios, son otros, puede que ocupaciones, la familia, querer tener tiempo libre, lo que sea, pero si que nos aleja de una vida vivida en el lugar santísimo.
Por eso es importante estas ideas o guías,
- v.22 Debemos acercarnos: Acercarnos nos habla de voluntariedad, no debe confundirse con el echo de que Dios esté en un lugar físico sino más bien nos habla de disponibilidad del corazón (Sal. 73:27-28). Cuando Jesús estuvo en la tierra, nunca estuvo en ningún lugar donde no le quisieran, sino donde había alguien que estaba dispuesto a acercase y escucharle. Un ejemplo es Jesús en la tierra de los gadarenos, se fue, porque no querían que estuviese allí. Alguien dijo una vez que Dios es un caballero y que nunca va a obligar a nadie a hacer algo que no quiera. Pero eso no exime de que cada decisión trae unas consecuencias.
- Con corazón sincero: en griego sincero alude a ser genuino y verdadero sin motivaciones ocultas. Nuestro interés por Dios, por su palabra por su iglesia debe tener únicamente una motivación dar gloria a Dios, con todo lo que hagamos. Hc. 5:1-10 es una historia triste pero muy conocida, un matrimonio que quiere hacer una ofrenda, pero con motivos equivocados, solo para aparentar espiritualidad, porque la verdad es que están robando dinero.
- En plena certidumbre de fe: esta frase hace hincapié en una confianza absoluta en las promesas de Dios. Esta clase de confianza trae al corazón un seguridad que permite al creyente perseverar en medio de las pruebas que vienen en el camino. Este texto tiene más sentido cuando sabemos que estaban sufriendo persecución los destinatarios de la carta. Lc. 7:6-10 Nos cuenta la historia del centurión que tenía una fe inquebrantable en el poder de Jesús, hasta el punto de que Jesús se maravilla de ello. Una plena certidumbre de fe, es como una roca firme en la que asentar nuestros pies cuando la marea sube, sabemos que por muchas olas que aparezcan, la roca no se va a mover y nosotros estaremos seguros.
- Purificados lo corazones de mala conciencia: Este texto evoca la imagen de las ceremonias y sacrificios del antiguo pacto, donde se rociaba con sangre como señal de limpieza espiritual. Pero aquí hace referencia a algo más, a la mala conciencia, o sea al pecado. Debemos venir a Dios con corazones perdonados, confesando a Dios nuestros pecados. Mt. 5:21-26 nos narra unas terribles palabras estas, no podemos estar a bien con Dios si no estamos a bien con otro de sus hijos.
- Lavado los cuerpos con agua pura: Esta es una referencia al E.S. Nuestra vida debe estar llena de este Espíritu que nos hace santos, apartados para Dios para llevarnos de la incredulidad a la fe. Ap. 22:14-15 Aquí vemos como los que son lavados son considerado válidos para vivir eternamente, en cambio quien no es considerado un perro y echado fuera
- Mantengámonos firmes, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza: A pesar de las dificultades el autor nos llama a mantenernos firmes, esto no era fácil para los receptores de la carta, lo cuales tenían la tentación de volver a los ritos judíos para evitarse ser perseguidos, en este caso tenemos el ejemplo de Jeremias. Jr. 20:7-12 Jeremías fue un profeta que se pasó su vida acusando a Israel y Judá con mensajes muy fuertes, ante esto el pueblo lo rechaza hasta el punto que quieren matarle y el Sumo Sacerdote Pasur lo ata a un cepo cerca del templo. Pero aún así, la confianza de Jeremías en Dios se hace inquebrantable.
- Considerándonos unos a otros: La vida cristiana no es algo que se deba vivir únicamente en la intimidad o la soledad, sino que existe una vida colectiva en comunidad con los hermanos. También existe una llamado a cuidar los unos de los otros sobre todo a los más necesitados. Stg 1:27 La verdadera religión incluye ayudar a los necesitados, y creo que esto no necesita mucha explicación, a lo largo de toda la Biblia vemos en énfasis que se hace en que se ayuden los unos a los otros, tanto en la iglesia como con las personas de fuera de ella.
- No dejando de congregarnos: Este es un problema universal que dos mil años después sigue preocupando a mucha gente en las iglesias, dejar de congregarse. Quizás dejar de congregarse es la muestra final y más visible de una vida cristiana que no se está viviendo correctamente, pero ¿si ya no hay un templo físico donde ir con su lugar santísimo? sino que Jesús lo a abierto a todo el mundo, ¿Hace falta congregarse? o podemos ir por libre. No congregarse tiene la gran problemática de que se pierden muchas bendiciones que por uno solo no se pueden recibir como, compañerismo, ánimo, exhortación. ayudar a otros, orar juntos. Y trae otras problemáticas porque no estar donde debemos estar nos puede hacer estar en un lugar donde el pecado está a la puerta. 2 Sam. 11:1-2 David debía estar en el campo de batalla, porque era su lugar en cambio estuvo en casa, esta decisión, que podemos pensar que es vanal, le hizo ponerse delante de la tentación, y acabó cometiendo adulterio, teniendo un hijo ilegítimo y cometiendo asesinato.
Hermanos, vivamos vidas dignas de un hijo de Dios, Cristo a preparado el camino a través del velo, ahora tenemos libertad y debemos usar esa libertad para venir a la presencia de Dios como dice en texto “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Más que conocer.
Lectura: Stg. 1:19-27
La base de la vida cristiana es seguir a Cristo, predicar su mensaje, darle importancia a lo que él le daba importancia y para ello hay que conocer la palabra de Dios. A lo largo de toda la Biblia, vemos el énfasis tremendo que Dios le da a que Su pueblo conozca sus mandamientos. Somos el pueblo de Dios y la única forma de conocer en profundidad a este Dios es conociendo su palabra, sus mandamiento, sus ejemplo, sus promesas, sus maldiciones. Debemos ser el pueblo de la palabra.
Santiago 1:19-27 es un texto que nos habla de la importancia de por un lado conocer la palabra de Dios y por otro ponerla en práctica. Estas dos realidades son inseparables, no se puede poner en práctica algo que se desconoce y por otro lado es hipócrita conocer la Palabra, o sea, lo que debemos hacer y no hacerlo.
Este texto se divide en tres párrafos donde vamos a ver partes del mismo discurso, primero la importancia de escuchar la palabra, por escuchar también tenemos que entender aprender la Palabra, antes de hablar o actuar. Un segundo párrafo donde el autor nos habla acerca de que este conocimiento de la palabra no debe quedar en un mero conocimiento intelectual sino que se debe poner en práctica para que la bendición sea completa y un último párrafo donde se relata una advertencia contra las personas quien no pongan en práctica lo que han escuchado o aprendido.
El V.19 empieza remarcando fuertemente la necesidad de que estemos listos para escuchar la Palabra, y esto nos debe hacer reflexionar en primer lugar sobre nuestra vida devocional, sobre el tiempo que diariamente un hijo de Dios debe apartar para escuchar a Su padre. De la misma forma que si yo quiero mantener una buena relación con un amigo, con un hermano de la iglesia, con mi abuelo, necesito invertir tiempo en hablar, conocer, aprender de él, un hijo de Dios necesita tiempo a solas con su Padre abriendo su Palabra y orando. Ya es difícil guiarse por los caminos de Dios para una persona fiel, con toda clase de tentaciones y dificultades que ocurren, como tenemos casos en la Biblia, cuanto más difícil es para una cristiano vivir una vida santa sin tener una guía continua por parte de Dios.
Esta vida de comunión diaria con Dios es algo que se debe enseñar en la Iglesia, pero es algo que fundamentalmente se debe enseñar en casa, es tarea primordial de los padres enseñar a sus hijos a leer la Biblia habitualmente “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” Pr. 22:6. Pero no solo los niños, los adultos también debemos esforzarnos porque a pesar de tener vidas ocupadas, por cosas que está bien que nos ocupen, como trabajo, hijos o familia, debemos ser constantes en esta vida de comunión diaria con Dios.
En segundo lugar este “listos para escuchar” nos debe hacer reflexionar sobre como venimos a las reuniones de la iglesia, ¿Venimos a ellas porque es lo que hemos hecho siempre? ¿Quizás venimos a ella porque ya somos pocos y si faltamos 2 casi no queda nadie? ¿Quizás hemos entrado aquí pero nuestra mente aún sigue viajando por otros problemas, que consideramos más importante en nuestra vida? Cuando venimos a las reuniones debemos venir con el corazón y la mente dispuestas a escuchar la Palabra de Dios. Cada ocasión es importante, no porque el que lo haya preparado haya gastado algunas horas, o por su habilidad a hacerlo. Sino porque es Dios el que pone las palabras cuando uno de sus hijos abre Su Palabra.
v.21 Así que vemos la importancia de escuchar (aprender) las palabras de Dios. Además el énfasis es estar listo para escucharlas y lentos para hablar y enojarse. Y eso podría ser perfectamente un proverbio como Prv. 18:2 “Al necio no le complace el discernimiento; tan sólo hace alarde de su propia opinión” Aquí vemos como el necio no escucha las palabras de discernimiento sino que prefiere hablar de su propia opinión Pr. 16:20 “El que atiende la palabra prospera. ¡Dichoso el que confía en el Señor!” Mientras que quien se guía por las palabras de Dios prospera, nos dice proverbios. Y este versículo es algo que la iglesia del siglo I debía conocer, pero también es algo que la iglesia del siglo XXI necesita saber, cuantas veces hablamos antes de escuchar (aprender) cuantas veces nos apresuramos a hablar a criticarnos los unos a lo otros a enfadarnos, antes de dedicarnos a escuchar a la Palabra y aquí Santiago enfatiza que para poder recibir la Palabra, debemos despojarnos de toda ese pecado que nos rodea. Muchas veces en nuestra vida podemos tener algo que distorsione nuestra mirada, de la misma forma que el alcohol distorsiona la mirada de quien posee la ira, el enojo, la envidia, las peleas con otros hermanos pueden llevarnos a una mala interpretación de la palabra de Dios. Si cada vez que leo la palabra de Dios lo hago pensado en que bien le vendría a tal hermano escuchar esto, o cuando el que predica ha echo el estudio pensado en desde el púlpito atizar a tal hermano o tal otro, o tal ideología, sea esta buena o mala, esto nos distorsiona la mente. Debemos despojar de este pecado para escuchar la Palabra en primer lugar y que sea ella la que nos habla a nosotros en primer lugar y luego a los demás.
v. 22-25 Pero por muy importante que sea escuchar nuestra labor no puede quedar solo ahí sino aparte de escuchar hay que poner en práctica la Palabra. Las personas que sólo escucha la palabra y no la ponen en práctica se engañan a sí mismos, porque acallan la conciencia pensando que solo oír la palabra es suficiente para sus vidas, y eso no es cierto. El mero conocimiento teórico de la Palabra de Dios, sin llevarlo a la práctica no es nada. No practicar la palabra de Dios es por un lado desobediencia, porque si Dios te ha dado la capacidad de entenderlo implica que tienes que obedecerlo, por otro lado implica falta de bendición, porque Dios también nos bendice cuando nos ponemos en marcha para hacer algo.
Aquí usa el ejemplo del espejo, es un buen ejemplo, porque la Palabra nos muestra la miseria humana, la nuestra, pero también la cura, e irse y olvidarse de la imagen implica que creemos no necesaria la cura.
v. 26-27 Este texto de Santiago acaba con unas palabras bastante duras hacia las personas que se creen religiosas, aquí la palabra religiosa no tiene idea negativa, sino más bien quiere decir las personas que se declaran practicantes de la religión cristiana. Si alguien se cree religioso (digamos cristiano) pero no practica la palabra significa que se engaña así mismo porque realmente su religión no sirve para nada. Es inútil. Existe una religión verdadera, aquí descrita como pura y sin mancha, delante de Dios. Es importante esta frase final porque nos hace énfasis en que quién valora que esta religión es pura y sin mancha es Dios, no nosotros ni otras personas. Esta religión pura y sin mancha implica ayudar a los huérfanos y a las viudas, o sea ayuda a los necesitados, a las personas que peor lo están pasando. La verdadera religión es aquella que se humilla a escuchar las palabras de Dios y que luego las pone en práctica bendiciendo y ayudando a los demás.
Jeremías, mi héroe
Existen muchos tipos de héroes, desde la idílico y moral Capitán América hasta otros más humanos y graciosos como nuestro Super Lopez.
La gente los necesita, los busca, los crea. Bien sea como ejemplo a seguir, o por identificación personal la sociedad siempre ha puesto en un pedestal a personas que encarnaban todo aquello que la gente buscaba o deseaba para su vida. No siempre son personajes imaginarios, a veces pueden ser deportistas, líderes revolucionarios, políticos o pensadores.
En el día de hoy me gustaría hablar de uno de mis héroes, Jeremías.
5 «Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones.» Jr. 1:5Como buen héroe Jeremías era un elegido, incluso antes de nacer, Dios ya le había dado el cargo de profeta. Su vida giró en torno a este llamado que tenía que cumplir. Podemos pensar que ser llamado para algo antes de nacer aclara mucho el camino, sobre todo a la hora de saber cual es el propósito de nuestra vida, pero a lo largo de la Biblia encontramos varios casos de “elegidos antes de nacer” y alguno de ellos a pesar de tener un camino marcado acabó en la cuneta, como el caso de Sansóm.
“Cuando el sacerdote Pasur hijo de Imer, que era el oficial principal de la casa del Señor, oyó lo que Jeremías profetizaba, mandó que golpearan al profeta Jeremías y que lo colocaran en el cepo ubicado en la puerta alta de Benjamín, junto a la casa del Señor” Jr. 20:1-2
A pesar de hablar palabras directas de Dios, Jeremías fue rechazado por el pueblo hebreo, hasta el punto de reaccionar violentamente contra él. Pero el pueblo llano no fue el único que le volvió la espalda sino que hasta el propio sacerdote, el que se suponía líder espiritual del pueblo mandó que lo azotaran y luego lo pusieran en un cepo al lado del templo a modo de ejemplo para el resto de la sociedad.
El hombre que debía hablar palabras que despertaran al pueblo de anemia espiritual era puesto como ejemplo público de lo que le ocurría a la gente que iba contra los sacerdotes. El héroe elegido era ninguneado por todos y su mensaje se perdía en los oídos sordos de una sociedad que no quería oirle.
7 ¡Me sedujiste, Señor, y yo me dejé seducir! Fuiste más fuerte que yo, y me venciste. Todo el mundo se burla de mí; se ríen de mí todo el tiempo. 8 Cada vez que hablo, es para gritar: «¡Violencia! ¡Violencia!» Por eso la palabra del Señor no deja de ser para mí un oprobio y una burla. 9 Si digo: «No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre», entonces su palabra en mi interior se vuelve un fuego ardiente que me cala hasta los huesos. He hecho todo lo posible por contenerla, pero ya no puedo más. […] 11 Pero el Señor está conmigo como un guerrero poderoso; por eso los que me persiguen caerán y no podrán prevalecer, fracasarán y quedarán avergonzados. Eterna será su deshonra; jamás será olvidada. 12 Tú, Señor Todopoderoso, que examinas al justo, que sondeas el corazón y la mente, hazme ver tu venganza sobre ellos, pues a ti he encomendado mi causa Jr. 20:7-9La fuerza de Jeremías no venía de ningún accidente nuclear, ni de una fortuna heredada que pudiera usar para combatir el crimen, sino de un Dios, que le acompañaba de día y de noche, y que le pidió una vida de persecución, tortura, y afrentas con una única misión, ser su profeta.
Mi héroe es Jeremías, porque cuando paso una prueba en la vida no puedo dejarme de imaginar lo que tuvo que sufrir y cuanta vergüenza pasar puesto en el cepo, con la única acusación de haber dicho la verdad. Mi héroe es Jeremías porque cuando me quejo del trabajo en la obra de Dios, pienso en lo que le costó a él hacer su cometido, pienso en nuestras iglesias y veo que hoy en día seguimos ignorando y maltratando a otros Jeremías que intentan hacernos despertar de la anemia espiritual en que vivimos. Mi héroe es Jeremías porque cuando me siento lejos de Dios puedo leer que su palabra es como un fuego que me cala hasta los huesos y que no me puedo callar.
De mayor quiero ser como Jeremías.
Oración y perdón.
Texto: Mr. 11:23-26.
Jesús comienza esta enseñanza con un ‘Porque de cierto os digo’ que es una traducción no del todo correcta de un ‘Amén os digo’. Este Amén es una palabra hebrea que se refiere en general a ideas de verdad y fidelidad. La palabra acompaña a declaraciones que afirman o confirman una verdad solemne, cada vez que un maestro o un rabino iba a dar una enseñanza solemne la empezaba con una ‘Amén os digo’. Con lo cual al escucharlo sus discípulos sabían que Jesús iba a dar un enseñanza. Jesús usa la metáfora de una montaña y el mar haciendo referencia a un nombre con que en aquella época se conocía a los rabinos y maestros más destacados, los ‘quita montañas’ haciendo referencia a la gran habilidad de estas personas para resolver problemas difíciles. Jesús está usando esta metáfora para explicar que cualquier problema, por difícil que sea pueda ser, con fe lo superaremos. Estos textos son fáciles de ser mal interpretados. Mucha gente los usa para casi decir que Dios es un esclavo nuestro que va a cumplir cualquier deseo que nos plazca, igual que el genio de la película Aladín. Pero realmente estos son unos textos que nos traen ideas acerca de como de ser la oración.
1. Una oración humilde y confiada: ‘Creed que lo recibiréis’ Muchas veces podemos caer en el error de orar repetidamente sólo por la costumbre de orar, pero habiendo perdido la esperanza de que nuestra petición se cumpla. Oramos por temas generales sin convicción. Aquí Jesús nos está pidiendo una oración responsable, ordenada pero siempre desde una humildad, sabiendo que no somos merecedores de nada sino que estamos pidiendo algo a un Dios que si nos lo concede es por pura misericordia, no porque lo merezcamos.
2. Corazón y mente sinceros: Nuestra oración no deben ser vanas, como eran los de los fariseos ‘… que por su palabrería piensan que serán oídos…’ sino que es preferible que sean oraciones concretas sombre temas que tengamos en el corazón. Sinceridad también nos habla de no dejar de lado ningún tema que nos inquiete sino presentarlo ante Dios de corazón. No sólo orar por lo que politicamente correcto sino que nuestra oraciones deben incluir incluso temas difíciles, a veces bañadas por lágrimas, porque serán temas dolorosos o que nos superan. Pero sepamos que Dios busca corazones sinceros y no personas que le esconden ciertos temas porque les da miedo o vergüenza exponerlo en público.
3. Voluntad de perdonar: La oración presupone un corazón que ama, centrado totalmente en Dios y en una de sus manifestaciones el amor hacia los demás. La persona que oran debe estar ansiosa y deseosa de perdonar y ser perdonado. La oración exitosa requiere tanto del perdón como de la fe. No podemos abrir nuestro corazón a Dios cuando existe un muro de falta de perdón a otra persona. Cuando tenemos un problema con otra personas, y aquí no solo sólo habla de cristianos habla de ‘alguno’, debemos dejar nuestra oración a un lado e ir a perdonar (que fácil es escribir o hablar de perdonar y que difícil es hacerlo).
4. Dios quiere que pidamos: Dios no quiere ser un ‘ente’ extraño en nuestra vida sino que quiere una relación directa con nosotros, continuamente en la Biblia se trata a Dios como un padre, porque busca ese tipo de relación con nosotros, quiere que le hablemos que le trasmitamos nuestras dudas, nuestras inquietudes, nuestros anhelos, y nuestras peticiones, él las cumplirá si es su voluntad. Dios sabe de antemano que necesitamos pero quiere escucharlo de nuestra boca.
Reguemos nuestra vida con oración, una oración sincera, una oración de perdón, una oración que pide con convicción. Una oración de comunicación con un Padre que nos ama y quiere escucharnos y bendecirnos.
Bendecidos por Su sabiduría
Texto: Prv. 3:13-20
Los términos sabiduría e inteligencia van unidos en este texto, son dos términos que pueden parecer sinónimos, pero no lo son. Comparten el origen, la sabiduría e inteligencia que leemos aquí provienen de Dios, hay que diferenciarla de otra sabiduría, la sabiduría humana (1ª Cor. 1:19-21). El término sabiduría se refiere a la capacidad en conocimiento y habilidad para tener éxito en la vida. En esencia, la sabiduría es más práctica que teórica. Mientras que la inteligencia es la capacidad de entender y conocer. No son sinónimos pero sabiduría e inteligencia son términos complementarios, la inteligencia sin sabiduría se queda en una mala anécdota, muchas veces vemos ejemplos de personas inteligentes, con oportunidades, pero que no son sabias para usar esa inteligencia y fracasan. Ambos términos suelen ir juntos: Pr. 4:7; Job 28:28 “Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, Y el apartarse del mal, la inteligencia. ”
Esta sabiduría hay que buscarla (v.13).
El versículo 13 nos habla de algo que se halla y se obtiene, dándonos la idea de la importancia de la búsqueda de la sabiduría y la inteligencia. A lo largo de la Biblia vemos esta idea recalcada más de una vez Prv. 8:33 “Atended el consejo, y sed sabios Y no lo menospreciéis.” Prv. 19:22 “Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez.” Dios quiere que recibamos su corrección para llegar a ser sabios y obtener Su sabiduría. ¿Porqué quiere Dios que seamos sabios.? Porque quiere bendecirnos, la primera palabra del versículo. La raíz significa “rodilla”, por lo cual algunos interpretan que la palabra “bendito” se derivó del acto de estar arrodillado adorando o recibiendo una bendición de él. En la mentalidad hebrea, al hablar de bendición se pensaba en un acto mediante el cual la persona recibía poder para obtener éxito, prosperidad, fecundidad, longevidad, etcétera.
Esta sabiduría es de gran valor (v.14-15).
La sabiduría y la inteligencia no son sólo valiosos en si mismos sino que sus frutos son valiosos también, crecen, producen ganancias, y estas ganancias, no materiales, las compara con las ganancias materiales del oro y la plata. No es casualidad que el autor los compare con oro y plata puesto que estos son materiales que hay que esforzarse por sacar de la mina, son materiales que tienen que pasar por el fuego para poder quitarle la escoria y dejar el material puro, luego hay que moldearlo para que coja la forma que se desea. La sabiduría y la inteligencia son cualidades complicadas de encontrar, necesitan ser probadas con fuego, con pruebas, con dificultades, necesita ser moldeada, es un proceso, moldeadas mediante consejos y correcciones Prv. 19:22 “Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez.” El oro y la plata no sólo tienen valor monetario sino que tienen valor social, era una distinción de clase. De la misma forma que para la gente de la sociedad, la persona importante era la persona que tenía oro y plata, para nosotros la persona importante debería ser aquella que tiene sabiduría de Dios.
El v.15 nos dice que la sabiduría es más preciosa que las piedras preciosas, Ap. 21:19 “y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa.” Este versículo de Apocalipsis no cuenta como será la nueva Jerusalén, los cimientos del muro tendrás piedras preciosas, así es la sabiduría para el que la alcanza, son cimientos firmes y preciosos sobre los cuales edificar
La sabiduría ayuda a disfrutar la vida en Cristo (v.16-18)
En el versículo 16 vemos una humanización de la sabiduría a la cual en su mano derecha tiene largura de días, mayor número de días. Esto nos trae la idea de que seguir los consejos de Dios alarga la vida es una idea que se repite a lo largo de todo la Biblia Pr. 3:2; Dt. 11:21;
(v.18) En la Biblia encontramos otros dos árboles que daban vida. El árbol de la vida es el que se nos habla en Gn. 3:22. y en Ap. 22:2. Era un árbol que hacía que los que comían de él vivieran eternamente. Las personas que comían de ese árbol no morían, fue la ausencia de ese árbol lo que hizo que el hombre empezara a morir (por eso se nos dice que Dios echó del huerto a Adán y Eva. Para que no comiesen del árbol y viviesen para siempre). La metáfora es la siguiente El símil es sencillo, quien coma del árbol de la sabiduría extenderá su vida.
En la mano izquierda riquezas y honra. Estas riquezas, a veces pueden ser materiales, en la Biblia tenemos el ejemplo de Job, quien sufrió penurias y a pesar de eso se mantuvo firme. “Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job” (Job. 42:4). Pero siempre que son espirituales. “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” (2ª Cor. 8:9) “a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Col.1:28). Dios extiende sus riquezas a todos sus hijos.
En el v.17 camino en la Biblia es sinónimo de vida cotidiana, este versículo no nos dice que no habrá problemas sino que Dios estará con nosotros haciendo lo deleitoso. Es curioso que habla de veredas y no de caminos. Veredas nos da la idea de camino estrecho, donde sólo pasan personas. Juntando estas dos metáforas podemos ver como la sabiduría de Dios nos ayuda a andar en paz incluso en los caminos más estrechos donde hay más tensión. Además recalca la frase con TODAS, no solo hay paz en algunas veredas sino en todas.
Dios ejemplo de uso de la sabiduría (v.19-20).
Después de un texto donde nos explica porque es buena para el ser humano la sabiduría y la inteligencia, aparecen dos versículos donde podemos ver que la sabiduría y la inteligencia vienen de Dios. Él las uso para formar la tierra y para afirmar los cielos. Esta unión de sabiduría e inteligencia lleva a ciencia de Dios la que hicieron que el océano primigenio se separara formando los continentes. También esa ciencia permite que llueva.
”¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; La tierra está llena de tus beneficios.” (Sal. 104:24) Dios es ejemplo, por el buen uso de la sabiduría, sus frutos, como veíamos en el v14, son muy valiosos. Y sus obras llevan bendición.
Que la sabiduría de Dios inunde nuestra vida.