·Dios interviene. Tras la frase: aquí está mi firma que responda el Todopoderoso (31,35) le tocaba hablar a Dios. Dios tiene que intervenir porque sino la doctrina de la retribución quedaría desacreditada y porque Job saldría vencedor al poder acusar impunemente a Dios y dejarle sin palabra. La expectación está servida ¿Qué dirá Dios? La respuesta es imprevisible; es una genialidad más del libro.
·Esta sección es clave en la obra, por eso nos vamos a centrar en ella. Después del relato del prólogo sobre la escena que se desarrolla en los cielos, y el complicado diálogo que tiene lugar en la tierra, es ahora Dios mismo el que pronuncia su palabra en los cielos para que sea escuchada en la tierra. Habla el Dios del prólogo dirigiéndose al Job del diálogo que ha exigido a Dios que justifique su manera de actuar con…
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